Full Text of the Graphic
El lugar importa:
lo que nos rodea nos define
La forma en que el entorno que creamos sienta las bases del desarrollo infantil temprano.
Muchas de las condiciones de los lugares donde los niños y niñas viven, crecen, juegan y aprenden se meten «bajo la piel» y afectan el cerebro y otros sistemas biológicos en desarrollo. Desde incluso antes de que nazcan, las condiciones del entorno influyen en la forma en que los niños y niñas se desarrollan, lo que a su vez repercute en la salud mental y física de toda su vida.
Los entornos construidos y naturales y los factores sistémicos que conforman dichos entornos (como las políticas que determinan donde pueden vivir las personas y como se distribuyen los recursos) interactúan entre sí y con el entorno social de un niño o niña de maneras muy interconectadas. Cada entorno está repleto de una combinación de influencias, que pueden repercutir tanto de forma positiva como negativa en el desarrollo y la salud. Al estar al tanto de esto, debemos reconocer que los niveles de exposición a los riesgos y de acceso a las oportunidades no se encuentran distribuidos de forma equitativa. En conclusión, el lugar importa.
Entorno Social
La presencia o ausencia de influencias clave en el entorno social de un niño o niña desempeña un papel fundamental en su desarrollo.
Entornos Construidos y Naturales
La accesibilidad y la exposición a diversas influencias en los entornos construidos y naturales de un niño o niña afectan su desarrollo de forma directa, ya que repercuten en los órganos biológicos en desarrollo, y de forma indirecta, ya que interactúan con el entorno de las relaciones.
Influencias Sistémicas
Las influencias sistémicas más generales, como las que presentamos a continuación, afectan el desarrollo de un niño o niña de forma directa, pero también el entorno de las relaciones y los entornos construidos y naturales.
En todas las comunidades hay aspectos de los entornos construidos y naturales determinados por las decisiones tomadas a lo largo del tiempo que pueden replantearse en aras de un desarrollo saludable. Si trabajamos en conjunto en diferentes ámbitos políticos dentro y fuera del sector de la primera infancia, incluidas áreas coma la planificación urbana, la protección del medioambiente y las políticas contra la discriminación, podemos repensar las influencias del entorno con un enfoque basado en la ciencia, para que todos los niños y niñas puedan crecer en hogares y vecindarios libres de peligros y repletos de oportunidades.